Liberation for all cannot be achieved without women’s liberation — Honoring the Missing, Murdered and Trafficked
Liberation for all cannot be achieved without women’s liberation — Honoring the Missing, Murdered and Trafficked — NEW YORK CITY, 12/13/2024
La liberación para todas no se puede lograr sin la liberación de las mujeres — Honrando a las Desaparecidas, Asesinadas y Traficadas. — NUEVA YORK, 12/13/2024
Today we remember and honor the lives of disappeared and murdered women, girls, two-spirit, and gender non-conforming people, here and everywhere. We know the harm and increased violence women and gender-oppressed people of color, in particular indigenous women, girls, and two spirit people, historically and presently face solely due to their sociopolitical categorization.
This year we focus our attention on the struggle of the women of Palestine and Lebanon, enduring “Israel’s” U.S.-backed genocidal war, and the struggle of migrant and undocumented women in the Americas. The next presidential administration threatens to significantly worsen conditions for these women by recommitting to supporting the Zionist entity, narrowing paths to asylum and doubling down on racist “border” strategies that will perpetuate the dehumanization of the global majority. Even with this on the horizon, we acknowledge that no matter the party affiliation of the current president, the U.S. Empire has been, and will continue to be, a danger to women and gender-oppressed people.
This past year, women around the world have borne the burden of losing our sisters, children, and families locally and globally. Within the United States, migrant and undocumented women and children have been criminalized for seeking economic opportunities and safety, basic rights that US imperialism has made increasingly difficult to attain in their home countries. This manifests into a violent reality of separated families, incarceration at borders, and denial of reproductive healthcare. Hostility woven into the American psyche by conservative media exacerbates an increasingly poor quality of life for migrant and undocumented communities. As resources and compassion for these communities shrink, the number of women and children susceptible to being used as human stock for sex and labor trafficking grows.
Meanwhile,the United States’ fascist tendencies violently target women beyond our borders, as Palestinian and Lebanese women and children have been martyred in the name of patriarchal and colonial interests. The lives of Palestinian women and children have been regarded as mere casualties and reduced to numbers in Western media, if at all acknowledged. As entire homes and families are subsumed by destruction, the U.S.- backed “Israeli” aggression on Palestine and Lebanon wholly denies the right to live under the guise of a “right to defend.”
Our sisters’ lifelines continue to be targeted both spiritually and physically. Claims of combating terrorism by destroying and killing medical personnel, facilities, and aid workers, shows Israel and the U.S. empire’s relentless effort to stifle the lifeblood of the Palestinian and Lebanese people. We will not allow our sisters’ spirits, struggle, and resistance to be erased.
We draw inspiration from the Missing and Murdered Indigenous Women movement that brought visibility to the thousands of First Nations missing and murdered women and girls, named and unnamed. In the United States, murder is the 3rd leading cause of death for Indigenous Women at a rate of 10 times other ethnicities.
We bring attention to the over 97,000 black women and girls reported missing nationwide.
We are enraged that as of November 2024, the genocide waged by Israel has killed at least 43,469 Palestinians in Gaza, where over 70% have been women in children, and at least 3,544 Lebanese people. The youngest documented Palestinian victim was a one-day-old boy and the oldest, a 97-year-old woman.
We understand that the over 223,000 migrants to New York City as of November 2024 often endure challenging journeys traveling across artificial borders — which can include violence and sexual assault. Once here, they face the dangers of an overcrowded shelter system, lack of access to necessary medical treatment such as prenatal care, and the vulnerability that comes with being a young woman migrant. In Queens, one young woman was driven upstate every day and sex trafficked to 40 to 60 men. In Long Island City, an unnamed 3-month old baby died of cardiac arrest at a migrant shelter, known for being overcrowded.
As anti-imperialist women, we know the roots of gender-based violence are the intertwined systems of capitalism, colonialism, and the patriarchy. As transnational feminists at the heart of the empire, we vow to undo the threads of women’s oppression, remain in solidarity with the global majority, and uphold that liberation for all cannot be achieved without women’s liberation.
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Hoy recordamos y honramos las vidas de las mujeres, niñas, personas dos espíritus y personas no conformes con el género desaparecidas y asesinadas, aquí y en todas partes. Sabemos el daño y la violencia creciente que enfrentan las mujeres y las personas oprimidas por su género, en particular las mujeres indígenas, las niñas y las personas dos espíritus, tanto históricamente como en la actualidad, solo por su categorización sociopolítica.
Este año centramos nuestra atención en la lucha de las mujeres de Palestina y Líbano, que soportan la guerra genocida respaldada por Estados Unidos del “Israel”, y la lucha de las mujeres migrantes y sin documentos en las Américas. La próxima administración presidencial amenaza con empeorar significativamente las condiciones de estas mujeres al comprometerse nuevamente con el apoyo a la entidad sionista, estrechando los caminos hacia el asilo y reforzando las estrategias racistas de “frontera” que perpetuarán la deshumanización de la mayoría global. Incluso con esto en el horizonte, reconocemos que, sin importar la afiliación partidaria del presidente actual, el Imperio de los Estados Unidos ha sido, y continuará siendo, un peligro para las mujeres y las personas oprimidas por su género.
Este año pasado, las mujeres de todo el mundo han cargado con el peso de perder a nuestras hermanas, hijas y familias tanto a nivel local como global. En los Estados Unidos, las mujeres y los niños migrantes y sin documentos han sido criminalizados por buscar oportunidades económicas y seguridad, derechos básicos que el imperialismo de Estados Unidos ha hecho cada vez más difíciles de alcanzar en sus países de origen. Esto se manifiesta en una realidad violenta de familias separadas, encarcelamiento en las fronteras y negación de atención médica reproductiva. La hostilidad tejida en la psique estadounidense por los medios conservadores agrava la creciente dificultad de la calidad de vida para las comunidades migrantes y sin documentos. A medida que los recursos y la compasión por estas comunidades disminuyen, aumenta el número de mujeres y niños susceptibles de ser utilizados como mercancía humana para la trata de personas con fines sexuales y laborales.
Mientras tanto, las tendencias fascistas de los Estados Unidos atacan violentamente a las mujeres más allá de nuestras fronteras, ya que las mujeres y los niños palestinos y libaneses han sido martirizados en nombre de los intereses patriarcales y coloniales. Las vidas de las mujeres y los niños palestinos han sido consideradas meras víctimas colaterales y reducidas a cifras en los medios occidentales, si es que se les reconoce en absoluto. Mientras hogares y familias enteras son absorbidos por la destrucción, la agresión israelí respaldada por Estados Unidos sobre Palestina y Líbano niega por completo el derecho a vivir bajo el disfraz de un “derecho a defenderse”.
Las líneas de vida de nuestras hermanas continúan siendo atacadas tanto espiritual como físicamente. Las afirmaciones de combatir el terrorismo, destruyendo y matando a personal médico, instalaciones y trabajadores humanitarios, muestran el esfuerzo implacable de Israel y el imperio por sofocar la vitalidad del pueblo palestino y libanés. No permitiremos que los espíritus, la lucha y la resistencia de nuestras hermanas sean borrados.
Nos inspiramos en el movimiento de Mujeres Indígenas Desaparecidas y Asesinadas que trajo visibilidad a las miles de mujeres y niñas de las Primeras Naciones desaparecidas y asesinadas, nombradas y no nombradas. En los Estados Unidos, el asesinato es la tercera causa de muerte de las mujeres indígenas a una tasa 10 veces mayor que la de otras etnias.
Llamamos la atención sobre las más de 97,000 mujeres y niñas negras reportadas como desaparecidas a nivel nacional.
Nos enfurece que, hasta noviembre de 2024, el genocidio perpetrado por Israel haya matado al menos a 43,469 palestinos en Gaza, de los cuales más del 70% eran mujeres y niños, y al menos 3,544 personas libanesas. La víctima palestina más joven documentada fue un niño de un día de nacido y la más vieja, una mujer de 97 años.
Entendemos que los más de 223,000 migrantes a la ciudad de Nueva York hasta noviembre de 2024 incluyen viajes a menudo desafiantes y difíciles a través de fronteras artificiales, incluyendo violencia y agresión sexual. Y una vez aquí, se enfrentan a los peligros de un sistema de refugios sobrepoblado, la falta de acceso a tratamientos médicos necesarios como atención prenatal y la vulnerabilidad que conlleva ser una joven migrante. En Queens, una joven era llevada todos los días al norte del estado y era víctima de trata sexual por 40 a 60 hombres. En Long Island City, un bebé de 3 meses no nombrado murió de paro cardíaco en un refugio para migrantes, conocido por estar sobrepoblado.
Como mujeres antiimperialistas, sabemos que las raíces de la violencia de género son los sistemas entrelazados del capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Como feministas transnacionales en el corazón del imperio, nos comprometemos a deshacer los hilos de la opresión de las mujeres, mantener la solidaridad con la mayoría global y sostener que la liberación de todas no se puede lograr sin la liberación de las mujeres.